Insights | Entrevista a Liliana Sierra, directora de La Nota Económica

Foto de: archivo personal

25/03/2021

Entrevista a Liliana Sierra, directora de La Nota Económica

“Las mujeres sí podemos ocupar cargos directivos, desde cualquier sector económico del país”

La brecha de género en Colombia es un índice que, a pesar de los esfuerzos de las empresas, crece cada día más. De acuerdo con el más reciente informe sobre cifras de empleo y brechas de género del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) en el marco de la pandemia, destaca que las mujeres representan 39,5% de personas ocupadas en Colombia, en comparación y muy por debajo de los hombres que representan un 60,5% de población con trabajo. Esto es cada vez más evidente en los altos cargos corporativos, por esta razón, y en el marco del mes de la mujer, compartimos una entrevista con Liliana Sierra Cárdenas; la mujer que desde hace 10 años está a la cabeza del medio La Nota Económica.

Liliana Sierra Cárdenas es contadora pública de la Universidad Libre de Colombia y tiene una especialización en Gestión Empresarial Estratégica. Una mujer apasionada por Dios, la familia y los números, que llegó hace 10 años a La Nota Económica. Comenzó como contadora, después estuvo en el sector financiero y administrativo y, finalmente, llegó a la dirección de la Revista desde el 2015.

Liliana, ¿cómo llegaste al mundo del periodismo? Y más aún, ¿cómo llegas a la dirección de La Nota Económica?

Nunca imaginé trabajar aquí. El mundo editorial no era lo que me apasionaba y no soy periodista, el periodista es mi esposo. Me gustan los números y las ciencias exactas. El periodismo lo veía antes como la farándula y, bueno, ese tipo de cosas que uno ve en los noticieros. Cuando pasé mi hoja de vida a La Nota Económica, pensé, ¿qué voy a hacer en una empresa editorial? No sé qué voy a hacer allá. A mí me gustan los costos, la producción y las máquinas, pero nunca me imaginé estar en este mundo.

Sin embargo, cuando llegué a La Nota, empecé a ver un medio de comunicación serio y con un mensaje diferente. Estoy segura que Dios me puso ahí, me enamoré de este trabajo y, hoy en día, lo hago con toda la pasión y quiero que sigamos creciendo.

¿Cuáles han sido los retos más grandes al momento de entrar en el mundo de la economía y la dirección de un medio como La Nota Económica? 

Empecé en La Nota con un cargo totalmente diferente al que tengo actualmente. Además, era una persona demasiado tímida. Los que me conocen me dicen: “Lili, pero has cambiado mucho en comparación con la persona que yo vi la primera vez”.

Por supuesto, yo estaba acostumbrada a estar tras bambalinas de cualquier operación al ser la directora financiera administrativa. Cuando yo pasé a la dirección de La Nota, mi antecesor era un hombre muy reconocido y tenía un perfil completamente diferente. Claro, el cambio fue muy fuerte porque los clientes, los aliados o las personas que tenían una relación con La Nota Económica estaban acostumbrados a un hombre, una persona extranjera con un liderazgo y un carácter muy fuerte, todas las cualidades que debería tener un director de un medio de comunicación empresarial.

¿Por qué consideras que no existen tantas mujeres en la dirección de los medios de comunicación? 

En los medios de comunicación pasa algo muy curioso y es que, al menos en Colombia, las directivas vienen de grupos de familia muy tradicionales. Todo depende de la sucesión que tenga el miembro de la familia y, generalmente, es un hombre. Es por eso que no se ven mujeres dirigiendo un medio de comunicación. Tal vez lo que más pasa es que pueden dirigir un programa u otra parte del medio, pero no ocupan altos cargos y menos en un medio de comunicación de los más tradicionales o los más grandes.

También, los medios de comunicación en sí mismos se han encargado de hacer un estereotipo de la mujer. Se enfocan en la parte sensual y nos vendieron una imagen de que la mujer es una cara y cuerpo bonitos.

Sus líneas son muy segmentadas y hay muy pocas mujeres que salen dirigiendo un programa, que son críticas o hablan de política. Y, de pronto, les ha tocado tener un carácter más fuerte para poder llegar a estos lugares.

Una vez alguien me dijo: “ah, ahora eres tú la líder, una mujer, y ¿qué se hizo la persona que estaba antes?” Fue duro acostumbrarme pero mientras pasaba el tiempo también me fui encontrando con otras mujeres en otros medios de comunicación. Cuando comienzas a conocer que hay más mujeres en altos cargos, es interesante aprender de ellas y contagiarte de su valor. Esto confirma cada vez más que las mujeres sí podemos estar en cargos directivos, desde cualquier sector económico.

¿Cómo ves entonces el tema de la discriminación de género en la industria?

Hace 20 años, ONU Mujeres afirmó que los medios de comunicación son los que más marcan estas brechas de género. Nosotros como fuente de información no podemos hacer eso, tenemos que otorgar un papel de protagonismo a hombres y mujeres por igual. Sin embargo, si analizamos bien en los medios de comunicación, de cada cuatro entrevistas, al menos una es de mujeres. Estamos marcando mucho más esa brecha.

Aún no hay muchas mujeres que pertenezcan a juntas directivas en los medios de comunicación, creo que todavía nos falta mucho. Seguimos viendo, de pronto, a Vicky Dávila como una periodista fuerte y la cara a mostrar. Todavía se ven mujeres muy bonitas, con vestidos muy cortos, mostrando la sensualidad de la mujer y en un segundo plano queda su inteligencia. Por ejemplo, en las secciones de farándula es muy raro encontrar hombres que presentar este tipo de noticias, ellos están, en su mayoría, en los programas políticos o deportivos.

En ese sentido, los mismos medios, que somos los que estamos llamados a cambiar esa estructura, a mostrar algo diferente como lo es la equidad de género, perpetuamos esa imagen porque eso es lo que vende.

¿Qué crees que hace falta en este mundo de las comunicaciones para que las mujeres reciban mayor reconocimiento y que se les permita destacarse?

Creo que los cambios no solo deben aplicarse en las comunicaciones, sino en diferentes aspectos. En el mundo entero, casi el 50 % de la población, es femenina. Digamos que, por tiempos históricos, ha persistido una tradición muy machista. En Colombia, aún esa brecha es muy marcada, si tú hablas con las personas que trabajan, por ejemplo, en el área legal o mercadeo, también te van a decir lo mismo. Puede que las mujeres lleguen hasta un punto de ser socias de la compañía, pero muy pocas logran ser  presidentes o directoras generales de una empresa. De hecho, en política, es la primera vez que tenemos a una mujer en la vicepresidencia.

¿Qué hace falta en el mundo de las comunicaciones para que las mujeres reciban mayor reconocimiento? 

Creo que hay que comenzar por nosotras. Las mujeres también tenemos que darnos ese lugar que nos corresponde, pero sin marcar la brecha de género.

En el 2019, a nivel mundial, en las marchas de mujeres, se quitan la ropa y ya. ¿Quiere decir con eso entonces que estamos marcando una diferencia? No. ¿Cuándo ves a hombres que salen y se quitan la ropa para mostrar los pectorales o mostrar partes de su cuerpo en una marcha? Nosotras, a veces, también nos encargamos de no darnos el lugar que nos corresponde. Respetarnos no es estar por encima del hombre sino a la par, reconociendo que somos mujeres.

A veces siento que, cuando se habla de temas de hombre y mujer, la situación es “apoyémonos porque es que tenemos que ganarnos un lugar”, y no, nosotras ya tenemos un lugar. Creo que tenemos que enfocarnos en ganarnos ese reconocimiento a través de nuestras acciones. Llegar a eso sin perder la feminidad, los dones, talentos y virtudes que tenemos las mujeres y que nos caracterizan. Nosotras somos el eje de la familia y de la sociedad. Nos destacamos por esa parte ética, moral y recta. Debemos tener nuestro enfoque y no perderlo por estar tratando de ganar un lugar que ya tenemos.