11/08/2021
Reformas Tributarias
En lo corrido de este año, los dirigentes de la cartera del Ministerio de Hacienda han radicado en su respectivo periodo dos reformas tributarias que buscan dinamizar la economía nacional. Sin embargo, la percepción y acogida que ha tenido cada una de estas propuestas no ha sido positiva en varios grupos de la población. Ante la necesidad de recaudar el mayor presupuesto posible para diferentes iniciativas, el Gobierno Nacional ha definido y adaptado cada uno de los ítem que integran estos proyectos para con ello, lograr el objetivo propuesto. En ese sentido, es clave identificar los aspectos comunicativos diferenciales de lo que ha sido la socialización de cada uno de estos documentos para entender la finalidad de lo que será y representará en la economía del país.
El IVA a la canasta básica
Aunque la reforma de Alberto Carrasquilla tenía varios puntos impopulares, hubo grandes diferencias respecto a la socialización del proyecto. En ese sentido, es pertinente mencionar algunos factores que pueden haber influido en la forma en que se socializaron ambas reformas.
En primer lugar, el exministro Alberto Carrasquilla tenía un historial de impopularidad el cual, en cuanto a reformas, se remonta al proyecto presentado en noviembre de 2018. En ese momento, el ministro explicaba ante el congreso su propuesta de extender el IVA al 80% de la canasta familiar por lo que una mala socialización de las negociaciones sobre los puntos generó un vacío en la opinión pública que fue rápidamente llenado con rumores y noticias falsas acerca del contenido de la reforma.
En segundo lugar, el manejo de las declaraciones oficiales por parte del presidente Iván Duque, el ministro de hacienda y el viceministro Juan Alberto Londoño. Como se mencionó anteriormente, la extensión del IVA en la canasta familiar era un punto controversial que se asociaba con Carrasquilla y las declaraciones del viceministro, sugiriendo dicho incremento en la nueva reforma, generaron mayor desconfianza de la opinan publica. Tal fue el impacto, que tanto Duque como Carrasquilla se pronunciaron públicamente matizando los alcances de la propuesta. Esto en últimas comprueba una desconexión en las comunicaciones internas lo que dificulta un relato único respecto a la reforma y en consecuencia la desaprobación de la sociedad.
Si bien hubo mesas de conversación para concretar los puntos de la reforma, dichas conversaciones no fueron socializadas apropiadamente con el público lo que genero la imagen de un gobierno que no estaba dispuesto a negociar aspectos de la reforma con nadie. Esto sumado a las contradicciones entre las diferentes voces oficiales pudo generar mayor desconfianza en la población. Además, analistas políticos y entidades como la OCDE aseguraban que una reforma tributaria con medidas impopulares no tenía futuro en época preelectora4. En ese sentido, la suma de estos factores dejó al Gobierno sin aliados lo que obligó al Centro Democrático a posicionarse en contra de una propuesta de su propio partido.
De otro lado, el nuevo proyecto de reforma ha sido más claro en cuanto a los alcances de la misma. La nueva estrategia de comunicación se enfocó en un canal directo de comunicación entre el ministerio de hacienda y la población. En primer lugar, se creó una plataforma a la cual podían acceder los ciudadanos para discutir el contenido de la reforma. En segundo lugar, aumentó el número de tuits respecto a la reforma con la ventaja de la comparación entre ambas reformas como punto de partida para que los mensajes fueran mejor recibidos. Del mismo modo, las fuentes a las que acuden los medios de comunicación varían entre el Presidente Iván Duque, y el Ministro de Hacienda José Manuel Restrepo, lo que facilita que haya una única versión acerca del contenido oficial de la reforma.
Impuesto a la clase media contra impuesto a las empresas
Incluso meses antes de ser publicado el texto de la reforma tributaria el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla y otros miembros del gobierno habían dado pistas respecto al contenido de la reforma y la importancia de aumentar la cantidad de personas que pagarían renta. “la relación entre impuestos recaudados y producto interno bruto es muy baja; tenemos que encontrar la manera de subir ese recaudo (…) avanzar muy seriamente en ampliar la base de tributación” Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla. Esto abrió el espacio para una serie de especulaciones acerca del contenido de la misma y a quienes podría afectar.
Por otro lado, una cantidad considerable de fuentes oficiales respecto a la reforma eran analistas económicos en los cuales se podían encontrar opiniones encontradas acerca de los efectos de la reforma para la población en general. Por un lado, estaban los que defendían a la reforma al decir que era necesaria para el financiamiento de los programas sociales. Además, aseguraban que la reforma podría reactivar la economía. De otro lado, estaban quienes consideraban que la reforma afectaría principalmente a la clase media y que esto sería un golpe fuerte para la sociedad.
Dado lo anterior, el debate en torno a las fuentes de financiación para la reforma giró casi en su totalidad en torno a opiniones de expertos cuando todavía no se conocía el documento. Del mismo modo, de parte del gobierno solo hubo voces que defendían la reforma y solo cuando inició el estallido social se hicieron declaraciones conciliadoras para modificar aspectos impopulares de la reforma. Por lo tanto, cuando se compara el proyecto final y las comunicaciones de ambas reformas, se pueden percibir una distinción entre la popularidad de ambas reformas y el tipo de debate público respecto a las mismas. Un ejemplo de lo anterior es que expertos como Bert Brys de la OCDE aparecieron en el debate público de la reforma de carrasquilla para comentar aspectos como el de la extensión del IVA en la canasta familiar, el cual ni siquiera estaba contemplado de ese modo en el documento final.
El primero de los cambios es el punto de partida con el cual inician las comunicaciones de la nueva reforma cumplen la función de comparar ambos proyectos resaltando los puntos que se mejoraron respecto a la anterior. Cuando antes se tenía la imagen de un Gobierno que defendía la reforma ante cualquier cosa, ahora se presenta como uno que ha escuchado las críticas de la población.
La nueva reforma ha sido calificada por algunos como una reforma fiscal más que una tributaria. En ese sentido, si bien algunos impuestos han aumentado, el grueso de la reforma se enfoca en la austeridad, disminuir las exenciones de impuestos a empresas y en general presenta medidas que desde el punto de vista de las comunicaciones son más fáciles de asimilar por parte de la opinión pública.