27/12/2021
El pasado 19 de diciembre tuvo lugar la segunda vuelta de la elección presidencial en Chile. Reconocida como la elección más polarizada desde el fin de la dictadura de Pinochet (1990), en las urnas se enfrentaron Gabriel Boric y José Antonio Kast. El primero es un reconocido exlíder estudiantil, que presentó un plan de gobierno fundamentado, en gran medida, en las protestas sociales que vivió el país en 2019. Se le asocia con la izquierda, pues ha sido crítico de lo que llama “el modelo neoliberal” que, en sus palabras, debe ser reemplazado por un Estado de bienestar. Kast, por su parte, es un político conservador. En su campaña se mostró en desacuerdo con el aborto y propuso políticas anti-migratorias y de reducción del tamaño del Estado. Su afinidad por el régimen militar de Pinochet profundizó su imagen de líder de derecha.
Conscientes de lo anterior, ambas campañas intentaron correrse al centro para segunda vuelta, con el fin de atraer al electorado que se identifica con políticas más moderadas. Las encuestas y las proyecciones le daban una ventaja superior a 7 puntos a Boric, quien finalmente resultó ganador con el 55,9% de los votos. Con su victoria, América Latina sigue mostrando viraje a la izquierda. En este contexto, surgen preguntas sobre qué se puede esperar en las relaciones bilaterales entre Chile y Colombia y cómo queda el mapa político en América Latina.
En los últimos años el principal socio de Colombia en América Latina ha sido Chile. La buena relación que tuvieron Iván Duque y Sebastián Piñera les permitió liderar distintas iniciativas juntos y ser aliados estratégicos para impulsar sus liderazgos en la región. En particular, hay dos iniciativas que destacan gracias a la buena relación entre ambos mandatarios: la estrategia del cerco diplomático contra Nicolás Maduro y la creación de Prosur.
La primera de ellas fue liderada por Iván Duque. Rápidamente, el presidente colombiano encontró en su homólogo chileno su principal apoyo para motivar que distintos países de la región y del mundo tomaran acciones que presionaran el régimen venezolano. Y si bien varios países se unieron al llamado de Duque, sin duda el apoyo más significativo fue el de Sebastián Piñera.
En igual sentido, Duque brindó un sólido apoyo a Piñera en la que fue su principal iniciativa regional, la creación de Prosur. Alertando de la “excesiva ideologización y burocratización de Unasur”, Piñera le propuso a los presidentes de América del Sur tener un nuevo organismo que representara y velara por la integración de sus países. El primero en acompañar la propuesta fue Iván Duque. De hecho, su vinculación y apoyo fue tal que la prensa internacional registró la creación del nuevo organismo como una iniciativa conjunta del presidente colombiano y el presidente chileno.
Es por esto que han surgido varias preguntas sobre cómo serán ahora las relaciones bilaterales, teniendo en cuenta que Gabriel Boric ha sido un duro crítico de Sebastián Piñera. El presidente Iván Duque mencionó el pasado lunes (un día después de las elecciones en Chile) que Boric y él sostuvieron su primera conversación, en la que trataron temas multilaterales, regionales y climáticos enfocados siempre en mantener y fortalecer la histórica relación bilateral.
No obstante, se debe tener en cuenta que el 7 de agosto de 2022 Colombia tendrá un nuevo presidente, por lo que el rumbo de las relaciones bilaterales va a depender de cuál sea el candidato que llegue al poder. En principio, es de esperar que haya un mayor entendimiento si gana una opción de izquierda o de centro. Recientemente, varios de los candidatos felicitaron a Boric por su triunfo. Entre ellos estuvieron Gustavo Petro y Sergio Fajardo. Pero ¿con cuál de todos los aspirantes hay mayores similitudes políticas?
Si se tienen en cuenta únicamente las propuestas, sin duda el mayor parecido es con Gustavo Petro. De hecho, varias de las reformas que Boric propuso en campaña son reformas que, guardadas las diferencias de cada país, ha propuesto Gustavo Petro para Colombia. La más parecida es la referente al sistema pensional. Boric propone reemplazar el sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones por un sistema estatal de reparto. Muy similar es la propuesta de Gustavo Petro al respecto, que ha señalado que en su gobierno todos los trabajadores estarán obligados a cotizar en Colpensiones. De igual forma, se pueden encontrar coincidencias frente al manejo de la crisis climática, en la que ambos han hablado de la “descarbonización de la economía”. En este sentido, las relaciones bilaterales dependerán, en buena medida, de cuál sea la opción que llegue a la presidencia de Colombia en 2022.
III. ¿Cómo queda el mapa político en América Latina?
Este año estuvo marcado por varias elecciones en la región: Ecuador, Perú, Chile, Nicaragua y Honduras fueron a las urnas a elegir presidente. En todos ellos, con excepción de Ecuador, obtuvo la victoria un líder de izquierda.
¿Significa esto que se puede hablar de una tendencia en América Latina para los próximos años? No todavía. Si bien los países de la región se han venido decantado por opciones de izquierda, hay un bloque de países que aún son gobernados por líderes de derecha (Colombia, Paraguay, Brasil, Uruguay y Ecuador). A continuación, se muestra un mapa con los principales países de la región, diferenciados según la corriente política que gobierna. En varios casos se trata de una simplificación, pues muchos de los gobernantes son líderes difíciles de etiquetar con una ideología. Sin embargo, para propósitos explicativos, cada país se muestra con la corriente con la que internacionalmente más se le identifica.
Como se ve en el mapa, si bien hay un predominio de países liderados por corrientes de izquierda, las elecciones del próximo año en Brasil, Colombia y Paraguay en 2023 serán determinantes para hablar de una tendencia general.