27/01/2020
Federica Mogherini y Javier Solana, ex altos representantes para la Política Exterior y de Defensa de la UE, se han reunido en el campus de Esade en Madrid para presentar la cuarta edición del programa ‘Agenda Pública’ de Esade y Kreab. En su primer acto público juntos desde el nombramiento de Josep Borrell para el puesto que ocupaba Mogherini, ambos han coincidido en reclamar a la UE un liderazgo más activo como garante de la seguridad global.
Ante el contexto geopolítico actual, donde el sistema multilateral en las relaciones internacionales se ve crecientemente erosionado y amenazado por las tensiones entre los grandes poderes, Federica Mogherini y Javier Solana, ex máximos responsables de la diplomacia comunitaria, han coincidido en la importancia de dar un nuevo impulso al proyecto de integración europea y han reclamado a la UE que desempeñe un rol de liderazgo más activo como garante de la seguridad global. El encuentro ha tenido lugar durante la presentación en la sede de Esade en Madrid de la cuarta edición del programa ‘Agenda pública’, que lideran Esade y KREAB, consultora de comunicación y asuntos públicos.
“En este nuevo escenario global donde la lógica de la confrontación parece anteponerse a la cooperación, la UE debe ser una gran defensora del multilateralismo en la resolución de conflictos internacionales”, ha indicado Solana. Mientras tanto, en Europa emerge el debate acerca de si esta tendencia de confrontación en el modo de hacer política exterior podría beneficiar a los intereses de algunos países europeos, a propósito de lo cual, Mogherini ha recordado que “en Europa no existe ningún país lo suficientemente grande como para actuar de manera unilateral o bilateral y, aun así, mantener su liderazgo global”. Por ello, “ningún interés nacional europeo puede ser atendido al margen del sistema multilateral”, ha señalado la italiana.
Un nuevo paisaje geopolítico
La respuesta a las actuales crisis mundiales, como la lucha contra el cambio climático, la prevención y el control en la propagación de nuevos virus, el resurgimiento de la amenaza de la proliferación nuclear o el auge de discursos y actitudes políticas con tintes autoritarios que están minando las democracias en todo el mundo, sólo puede ser efectiva dentro de un marco de cooperación internacional, según han advertido ambos ex altos representantes de la UE.
Por su parte, Mogherini ha reconocido que “la UE se encuentra en un momento crítico, en el que debe ser audaz; admitir que, unida, cuenta con el poder económico y militar para hacer frente a estos desafíos globales, y asumir su responsabilidad como garante de la estabilidad y la seguridad en el mundo, cuando otros ya no lo hacen”. En su opinión, “debemos desarrollar, por un lado, nuestras capacidades militares: el ejercicio del poder duro, por sí solo, nunca es la solución, pero, a veces, en combinación con otras medidas de poder blando, es parte necesaria de esa solución; y, por otro lado, necesitamos alcanzar una mayor autonomía mediante la integración económica y monetaria, hacer del euro una moneda más fuerte en el comercio y en los mercados financieros”, ya que ésta sigue siendo “una de las principales barreras con las que nos encontramos a la hora de desempeñar un rol más activo, siempre con el enfoque de la cooperación”, ha añadido.
En la misma línea, Solana ha recomendado que la UE “mire más allá del mercado interior único y haga una apuesta decidida por su liderazgo en los mercados exteriores” y, en este sentido, ha puesto el ejemplo de Airbus, como un caso de éxito que “debe servir de modelo para el desarrollo de la competitividad económica de la región”. Mogherini ha apuntado que la UE debe seguir viendo a los EE. UU. como un aliado estratégico, “aunque nos están poniendo las cosas difíciles en algunos ámbitos fundamentales, como el tema de la proliferación nuclear, donde se han desmarcado nada menos que de una Resolución del Consejo de Seguridad”, ha aclarado. La ex alta representante ha considerado que “la campaña electoral en los Estados Unidos representará un momento interesante para intentar mantener algunas posiciones, que se pondrán a prueba ante las tensiones existentes”. Por su parte, Solana ha alertado de la importancia de que la UE se mantenga fuerte y unida, frente a figuras como Trump, que parecen buscar su desintegración y se oponen a cualquier arreglo multilateral. “Revertir la integración europea nos debilitaría; y eso es justo lo que otros actores en el escenario global desean que hagamos”, ha subrayado a su vez Mogherini.
Libia y golfo Pérsico, grandes focos de atención
En relación a la guerra en Libia, que, según Mogherini, tiene como cuestiones de fondo “el poder y los recursos”, la ex alta representante ha juzgado crucial que los países vecinos, así como los grandes poderes geopolíticos, con intereses económicos en dicho territorio (por sus reservas de petróleo y gas natural), contribuyan de manera decidida a la solución. “Hace poco más de un año, algunos países europeos han comprendido que, si bien tienen intereses parciales que entran en conflicto, hay un interés común mucho más importante, con implicaciones para la seguridad, la economía y la migración a escala internacional: que Libia consiga salir del caos en que se encuentra sumida y pueda recobrar su estabilidad”, ha comentado. Por otro lado, Mogherini ha identificado otra capa de complejidad en este conflicto que va más allá de los recursos: “el verdadero debate que se juega en Libia tiene que ver con una cuestión ideológica y política, en la pregunta acerca de si el islam político puede representar un actor democrático legítimo en los países del mundo musulmán”, con implicaciones para toda la región.
En la misma línea, considera que uno de los grandes focos de atención para el desarrollo de la política internacional se encontrará este año en el golfo Pérsico, donde se celebrarán tres eventos de gran escala: la reunión del G-20 en Arabia Saudí, la Exposición Universal en Dubái, y la Copa Mundial en Catar. “Estos eventos, que requerirán particularmente de la cooperación internacional, asoman un potencial choque entre los intereses económicos y los políticos en la región”, ha destacado. La ex alta representante de la UE espera que se imponga la racionalidad, sobre la base de que “es mejor cooperar y hacer negocios juntos, que ahondar en las diferencias ideológicas o políticas”. En este sentido, “la Unión Europea debe dar un ejemplo”, ha concluido.
El acto también ha contado con las intervenciones de los co-directores del programa, Angel Saz-Carranza, director de EsadeGeo, y Eduardo Madina, director de Kreab Research.